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El Museo Convento San Francisco y Catacumbas de Lima renueva la exhibición de su rico patrimonio. En esta nueva etapa se ha incluido mejoras en la iluminación de sus famosos túneles.
El Museo Convento San Francisco y Catacumbas de Lima renueva la exhibición de su rico patrimonio. En esta nueva etapa se ha incluido mejoras en la iluminación de sus famosos túneles.
Al pensar en los rincones más emblemáticos de lo que queda de la Lima colonial, un inmueble que debe estar en toda lista es el Convento de San Francisco y sus conocidas catacumbas.
Este complejo de arquitectura barroca ubicado a un paso de Palacio de Gobierno es una de las paradas obligatorias para los turistas que llegan a la capital y visita clave para los que quieren conocer del pasado de la Ciudad Jardín.
Desde hace un tiempo se ha puesto énfasis en mejorar la exposición de su rico patrimonio. Parte de esta nueva propuesta se puede notar, por ejemplo, en la forma en que actualmente se iluminan sus estancias.
Cuidando detalles
La administración de este museo informó a la agencia de Noticias Andina que se han actualizado los cuidados para los objetos que se atesoran en este lugar.
Es el caso de la luz, que ya no se ha dejado al azar, sino que se ha escogido dependiendo de las necesidades de exposición y de cuidado.
Antes, siguiendo con patrones vigentes en otras épocas, se usaban fluorescentes o, en algún momento, focos de tungsteno. Estos dañaban a la larga las pinturas y otros acabados. Ahora se ha optado por usar tecnología que no emita rayos ultravioletas, los más nocivos para la conservación de las obras de arte. De esta forma, tesoros como los grandes lienzos que adornan el refectorio o comedor podrán durar más años para deleite de las generaciones venideras.
En este lugar, por ejemplo, están pinturas de corte religioso que representan a los apóstoles, a Jesús, la Virgen María y otros personajes similares. La joya del lugar es la enorme Última Cena que domina la pared del fondo. La obra es atribuida a Diego de la Puente y contiene la representación de lo que muchos identifican con un plato de cuy.
Los voceros de la administración explican que la iluminación que recibían estas estancias provenían de la luz natural o de los lamparines usados en época virreinal. Sin embargo, los focos usados ahora resaltan la belleza de estas piezas artísticas sin socavar su integridad.
Misterio bajo tierra
Sin duda, lo más esperado por el visitante es el recorrido de las catacumbas. Estas fueron usadas como cementerio, costumbre que se compartió con otras iglesias coloniales.
Al llegar la República, estos recintos fueron abandonados y sellados. No obstante, a mediados del siglo XX, las catacumbas de San Francisco volvieron a ser abiertas para su estudio y, posteriormente, para su visita. La luz que se empleó en este lugar seguía patrones que actualmente ya no están vigentes. La nueva iluminación es menos intrusiva con los cientos de restos humanos aquí conservados. Pero esa no es la única novedad respecto a las catacumbas.
Acorde con un guion museográfico más ameno para el público, los que se aventuren por estos laberínticos caminos verán cómo los ambientes se iluminan conforme avanzan y se oscurecen al mismo tiempo que abandonan una estancia.
Puertas abiertas
El Convento de San Francisco ha apostado por realizar actividades que atraigan al público a su recinto. Una de ellas fue la exposición de vestimenta litúrgica, que se inauguró a mediados de este año.
A inicios del 2017, se desarrolló la temporada del autosacramental de Pedro Calderón de la Barca El gran teatro del mundo. Esta pieza se puso en escena como parte de las celebraciones por los 100 años de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Dato
El lunes 24 de setiembre, a las 15:00 horas, se realizará una visita guiada por el convento. Mayor información a [email protected].
Fuente: Andina.pe – https://bit.ly/2potydK